Cómo evitar ser estafado en China

¿Engañan los vendedores chinos?

La respuesta más obvia es que la inmensa mayoría de ellos suelen ser honrados y pertenecen a empresas honorables. Es cierto que puntualmente podemos tener algunas diferencias de interpretación de los contratos, fundamentalmente debido a temas culturales, pero no tienen por lo general ánimo de engañar a los compradores al realizar sus transacciones comerciales.

Dicho esto, al rebufo del desarrollo y de la enorme cantidad de mercancías de todo tipo que exporta el país, algunos han decidido hacer su agosto mediante el uso del engaño y han conseguido perfeccionar sus métodos para enriquecerse con las estafas a niveles increíbles.

Quizá la estafa más común es la de la empresa que siendo simplemente distribuidora se hace pasar por fabricante y ofrece los productos de otras empresas como de fabricación propia, no teniendo el más mínimo reparo en utilizar en sus páginas web las fotos de instalaciones que no son suyas y de los productos que revenden.

El daño que estas empresas nos pueden causar es muy variado, desde encarecer el producto en un alto porcentaje o no cumplir con las garantías que el mismo ofrece hasta simplemente el cobrar por anticipado el importe del mismo y no servirlo jamás, en muchas ocasiones son simples particulares que se hacen con una página web y abren una cuenta, donde recibirán el dinero de los incautos importadores extranjeros y que posteriormente irán cambiando, tanto de web como de cuenta, para ir borrando su rastro.

Éstas son en general estafas de importes pequeños y se basan en la costumbre muy extendida en China de realizar las transacciones comerciales con el pago por transferencia telegráfica por adelantado, o por lo menos con el adelanto de un porcentaje del mismo, la única manera de tratar de evitar caer en este tipo de engaño es comprobar, a través de alguien establecido en China, que la dirección y números de teléfono que aparecen en la web se corresponden con empresas reales, que figuran en los registros telefónicos del lugar donde dicen estar ubicados y si queremos una mayor seguridad el pedir que se realice una visita a la fábrica, o supuesta fábrica, para asegurarse de que nuestro interlocutor es quien dice ser, esto nos supone un costo adicional en la operación de compra pero nos dejará dormir más tranquilos una vez realizada la misma.

Hay veces que una vez realizada la transacción el vendedor quiere engañarnos al embarcar una mercancía de menor calidad de la pactada, puede suceder que sea simplemente porque no ha sido capaz de alcanzar los estándares acordados o porque su control de calidad haya fallado y no haya podido cumplir especificaciones, es recomendable en estos casos el pedir que para efectuar el pago definitivo de la mercancía se proceda a una inspección de la misma en el momento de su embarque, por una empresa de nuestra confianza y realizar un muestreo aleatorio de un porcentaje suficiente del producto que nos permita estar seguros de que se embarca lo que hemos comprado y vamos a pagar, también aquí habrá que tener algún costo extra pero podremos nuevamente dormir más tranquilos.

El hecho de que un primer embarque haya resultado satisfactorio no nos garantiza que los siguientes vayan a serlo, por ello es importante prestar la misma atención a todos los embarques ya que puede haber enormes diferencia de calidad entre unos y otros, esto es especialmente notorio cuando se compra la mercancía a un intermediario que a su vez la compra a un fabricante y puede ocurrir que al fabricante que le compre para el segundo embarque no tenga nada que ver con el que utilizó en la primera operación, si bien a veces el mismo fabricante aprovecha que relajamos nuestro control para enviarnos alguna partida defectuosa, o como ha ocurrido en ocasiones con productos pintados de color diferente al solicitado y servido en el primer embarque.

China vende barato pero exige un control en las operaciones que no podemos dejar de efectuar si no queremos encontrarnos con sorpresas desagradables.

Es mucha la picaresca que se puede dar y cualquier cuidado es poco, la ayuda de una empresa instalada en China y que merezca nuestra confianza es muy importante para garantizar el buen fin de nuestras operaciones, ni internet, que es una gran ayuda, ni la experiencia de otros importadores que hayan podido realizar operaciones exitosas deben de hacernos bajar la guardia y buscar quien nos ayude a proteger nuestros intereses.

Además de esta forma de estafa que hemos comentado, hay fórmulas mucho más peligrosas que se utilizan en operaciones mayores, con mayor cantidad de dinero en juego y que son capaces incluso de romper con la seguridad que normalmente garantizan los medios de pago internacionales.

No hay que olvidar que en China la falsificación es un arte y que se falsifican no solamente mercancías sino cualquier clase de documento, incluyendo entre ellos los que son utilizados internacionalmente para efectuar la transferencia de la propiedad de las mercancías, logrando así saltarse la seguridad que normalmente le da al comprador efectuar los pagos a través de instrumentos tan seguros como pueda ser el crédito documentario.

Un caso real

Un comprador latinoamericano compra un contenedor de una mercancía determinada en posición CIP en un puerto del cono sur, para asegurarse de que no va a haber problemas pide al vendedor efectuar el pago mediante Crédito Documentario en donde solicita, entre otros: Juego completo de conocimientos de embarque, con la mención de flete pagado, factura comercial, certificado de seguro de la mercancía y certificado de peso y calidad emitido por una entidad oficial de inspección china.

La mercancía embarco y el vendedor presentó los documentos requeridos al banco emisor, quien dio el visto bueno a los mismos y procedió a pagar el cargamento, enviando los documentos originales al comprador.

Hasta aquí todo perfecto, ahora bien, cuando el buque llega al puerto de descarga y el comprador se presenta a recoger su contenedor, se encuentra con la sorpresa de que la empresa naviera le informa que el conocimiento de embarque que le han presentado es una falsificación, tan buena que incluso pasó sin ningún problema por el banco, hasta el número de conocimiento y el del contenedor que el mismo ampara se corresponde con un contenedor que efectivamente viaja a bordo, pero con otra mercancía distinta y para otro receptor.

El certificado de seguro es auténtico porque el vendedor, para dar verisimilitud a la documentación llegó incluso a asegurar la supuesta mercancía, el coste de la prima le resultaba irrisorio en comparación con el dinero que iba a obtener y el certificado de inspección no era sino otra magnífica falsificación de uno real.

Este sofisticado sistema para engañar a los compradores no hubiera podido realizarse si estos hubieran tenido la precaución de que alguien de su confianza fuera a certificar la carga del contenedor y emitiera el certificado correspondiente, después de haber avisado al comprador de que todo estaba correcto.

En el próximo post veremos como también en China podemos ser victimas de engaño, y cómo evitar ser estafado en China, aunque esta vez por parte de los compradores.

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